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12 de febrero de 2008

Prensa y cultura en la inercia




Por José Luis Herrera Arciniega

Me ubico en un nivel anecdótico: hace algunas semanas escuchaba en UniRadio –estación de la Universidad Autónoma del Estado de México, que se transmite en el 99.7 de la banda de frecuencia modulada– a un radioescucha que había acudido a dicha estación para compartir la música que a él le gusta. Como se trataba de un artista plástico, a la indagación sobre el origen de sus intereses creativos, respondió que le habían nacido a partir de que su padre había sido colaborador en un suplemento, que por error vinculó con un diario toluqueño al cual no pertenecía la citada publicación cultural.

Hablé a la estación para corregir ese dato, pues, atando elementalmente los cabos, me di cuenta de que se estaba refiriendo al suplemento Vitral, que se publicó a lo largo de los años 80 en el entonces Rumbo del Estado. De manera singular, dicho diario fue un tiempo propiedad privada, y, durante otro periodo, fue propiedad del gobierno mexiquense, hasta su cierre en 1991. Y con él vivió y murió Vitral, coordinado en su origen por el extinto Alejandro Ariceaga y después por el poeta Roberto Fernández Iglesias.

Tengo para mí a Vitral como el mejor suplemento cultural que se ha publicado en Toluca, por la diversidad de plumas que reunió, por su diversidad de temas, por dedicarse, en serio, a la difusión cultural. Pero no era impecable, y más de una vez pasó por bajones más o menos ostentosos. Lo malo es que no puede oponérsele otra publicación con semejantes condiciones y, además, con un tiempo de duración similar.

Mas no es mi propósito quedarme en la nostalgia sobre Vitral: que quede nada más como referencia para contrastar que, cinco lustros después, no hay un ejemplo en el periodismo toluqueño –por no querer abarcar al mexiquense– similar al de ese suplemento. Aunque, en rigor, el fenómeno no es privativo de los diarios en el Estado de México, porque tampoco en la llamada prensa nacional –que más bien es metropolitana– hay alguna publicación que pudiéramos equiparar con ese clásico suplemento Sábado, del unomásuno original. Tanto en Toluca como en otras partes estamos ayunos de suplementos de esa categoría.

En realidad, sufrimos un retroceso. Porque en la gran mayoría de los diarios locales la cultura sigue siendo considerada por sus editores en el mismo nivel que las notitas de "sociales", aquellas donde lo informativo se centra en el nacimiento de un crío babeante, o en la llegada a la inocencia –sea esto lo que sea– de una joven que acaba de cumplir quince años, o en el matrimonio de una pareja de ilusos que en un rato más andarán divorciándose en los juzgados.

Para colmo, lo que se nos ofrece como "información cultural" suelen ser comunicados originados en las dependencias oficiales del ramo, llámese Instituto Mexiquense de Cultura o Universidad Autónoma del Estado de México –fuera de ellas, parecería que no hay actividad cultural–, y sólo por casualidad encontrará uno información reporteada por personal de los diarios, o noticias vinculadas con el trabajo independiente que, es cierto, se hace en el Valle de Toluca, de manera un tanto marginal.

Tal desinterés por los temas culturales tiene que ver con la inercia: no se desaparece "la cultura" porque puede ser útil para llenar espacios. O porque la prensa escrita no se atreve a despojarla totalmente de un lugar en sus planas.

Quizás vamos hacia atrás. Quizás nada importa realmente nada. Y entre ello, la cultura, menos. ¿A quién le interesan los libros que se están publicando, los grupos musicales con mensaje propio, los teatristas y su esfuerzo por expresarse en los foros, etcétera?

Cuestión de inercia. Por eso alguien ha dicho: en esta región, la cultura se conserva inerte. Y uno pensaría que debería o podría estar, o está, viva.




*Texto correspondiente a la página cultural del mes de febrero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no soy tan pesimista sobre el particular. José Luis Herrera, quien practica el periodismo y es, ante todo, un consumado lector de periódicos, alude a la mayoría de los diarios locales: para mí, es justamente la minoría la que marca el avance de la información cultural en el periodismo local.

Esa minoría está compuesta por los diarios "Reforma Estado", "Milenio Estado de México" e "Impulso"; con menor intensidad, la versión electrónica de "Cambio" y, desde luego, "El Informante" y el suplemento donde se publicó el comentario de José Luis. Con esos diarios tengo como lector urbano, interesado en la información cultural.

Son pocos, como pocos son también los lectores interesados en el tema; es difícil que un diario por sí solo despierte el interés de los lectores en temas generales como el de la cultura, pero el hecho de resergvar ya un espacio permanente al tema de la cultura es ya un cambio hacia adelante, no un retroceso.

Y finalmente otra cosa: la actividad cultural en el Estado de México es exponencialmente mayor a la que potencialemten pudena publicar los diarios metropolitanos, regionales y locales. ¿Tendría sentdo quejarse de eso?

Margarita dijo...

Porfirio:

Concuerdo en la mayoría de tus puntos de vista. Tienes razón, la minoría es la que está al pendiente de la información cultural. He tenido la oportunidad de convivir, por unos días, con algunos de esos periodistas (los de Milenio Estado de México e Impulso), y es realmente interesante acercarse a sus puntos de vista. Sin embargo, todavía quedan muchísimas cosas por mejorar. En eso tiene razón José Luis: no nos acercamos siquiera a Vitral.

Te invito a que amplíes y ordenes un poquito tu comentario al respecto, para publicarlo en la página cultural que viene. Nada me daría más orgullo y alegría que mostrar, también, tu punto de vista en nuestras páginas.

Un abrazo solidario desde acá.