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23 de noviembre de 2010

Reinterpretaciones mitológicas en La caricia de la Esfinge, de Macarena Huicochea



Por Margarita Hernández Martínez


Toluca, Estado de México.- La mitología se ha constituido como el trasfondo de múltiples vertientes artísticas, desde la pintura hasta la literatura, pasando por esculturas que, a lo largo de los siglos, han conformado el ideal de perfección del cuerpo humano. Poblada de arquetipos y sensibilidades, también ha encarnado nuestras angustias y pasiones; miedos y deslumbramientos; ambiciones y caídas. Basta recordar la pesadez del trabajo cotidiano para pensar en Sísifo; calibrar la vanidad para convocar a Narciso; volar con alas falsas para caer estrepitosamente, a la manera de Ícaro.

Con este amplio bagaje, proyectado en nuestras glorias efímeras y nuestras debilidades más íntimas, Macarena Huicochea presenta La caricia de la Esfinge, un volumen publicado por el Instituto Mexiquense de Cultura e incluido en El Corazón y los Confines y la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario. Compuesto por treinta y cuatro ficciones breves, de alto contenido lírico, destaca por su abundancia en imágenes y criaturas mitológicas, las cuales aparecen transfiguradas gracias a la intimidad que les imprime la autora, quien proviene de una formación multidisciplinaria y ha destacado como guionista, conductora y productora de televisión.

De este modo, La caricia de la Esfinge permite explorar el otro lado de los mitos: piezas como “Esfinge” y “Gorgona” conceden la voz a las figuras mitológicas para insinuar sus deseos, complejizar sus acciones y humanizar la petrificación que los siglos han impuesto sobre ellas. Así, se levantan como mujeres ardorosamente libres, que exploran sus cuerpos y buscan una satisfacción más allá de los roles tradicionalmente femeninos. En consecuencia, disfrutan de una sexualidad contemplada como poder vital; es decir, como sendero de identidad entre ellas mismas y los otros y, al mismo tiempo, como posibilidad de equiparación con el mundo y con la inmensidad del cosmos.

A través de estos mitos transfigurados –actualizados o individualizados, según cada texto–, Huicochea también persigue sueños y fantasmas; escapa de los paradigmas mediante veneros oníricos de gran intensidad. Con un lenguaje que, en ocasiones, se aproxima a la poesía y al denso simbolismo de la alquimia, La caricia de la Esfinge se alza como una lectura enriquecedora, que invita a repensar tanto el papel social y personal de la mujer como la rigidez de los mitos, que cobran dinamismo cuando, finalmente, nos atrevemos a confrontarlos con nuestra experiencia cotidiana.


Macarena Huicochea, La caricia de la Esfinge, Instituto Mexiquense de Cultura (col. El Corazón y los Confines / Biblioteca Mexiquense del Bicentenario), Toluca, 2010, 100 pp.



* Reseña originalmente publicada en semanas anteriores en Milenio (Estado de México).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola: Soy Macarena Huicochea, me encantò tu comentario al libro "la caricia de la esfinge" y me gustaria leerlo en la proxima presentacion del mismo en cancun, ojala pueda entrat en contacto contigo. mi mail es mhuicochea@msn.com.

Gracias por tus comentarios, pero aun mas por la capacidad de describir lo que yo quise expresar.