Por José Antonio Romero Reyes
Querido lector, celebre conmigo el nacimiento de El cagadero del diablo (cagaderodiablo.webcindario.com), una travesura gracias a la cual puede descargar, directamente de la red, los textos que mamá jamás hubiera querido para sus lindos retoños; sí, por el desagüe virtual viaja el feto mutante que hará crecer su cabeza hasta reventarla de sustancias grises.
Este escasamente aséptico proyecto comenzó como una biblioteca virtual que ofrecía la posibilidad de obtener libros electrónicos sin necesidad de registrarse; es decir, constituía una comunidad que todos debían luchar por mantener y no suscribirse a una biblioteca y dejarla en santa paz (sería el equivalente intelectualoide del que tiene Sky para sólo ver El canal de las estrellas). En efecto, su sustento esencial radicaba en la efervescencia de la participación, con la conciencia de estar haciendo algo indebido –burlarse del sacrosanto copyright–, pero divertido. Esto, en términos agradables para los oídos de la gente seria, se llama autogestión cultural.
Se me preguntará qué ocurrió con la susodicha biblioteca: fue detectada y, como resultado, alguien arrojó blanqueador al inodoro; así, fue suspendida por respeto a los derechos de autor. Sin embargo, los iniciadores del proyecto se vengaron mediante la creación de una revista electrónica, irreverente pero no pueril; sabiamente anónima, al margen de las academias y las ambiciones por engrosar el currículo en las huestes de la política cultural; no comprometida a nada pero capaz de recuperar –sin aspavientos y sin rasgarse las vestiduras– el ambiente de crisis, el nihilismo concentrado en el sarcasmo.
El hombre invitado a esta tertulia electrónica es Ezio Flavio Bazzo, protagonista de la llamada Guerra Fría y la inminente guerra nuclear, hacedor de manifiestos, visionario de vanguardias y autor del Manifiesto abierto a la estupidez humana. Asimismo, resulta altamente recomendable el bien documentado ensayo bautizado con el filosófico y haragán título de Metafísica del pedo, hijo de las ideas vertidas por grandes escritores, como Francisco de Quevedo, Juan Goytisolo y Baltasar Gracián. En resumen, la revista procura transmitir que la escatología no tiene que ver con parámetros tan hipócritas como el buen o el mal gusto; más bien, se trata de una posición que manifiesta nuestro lado miserablemente humano; implica también una actitud más vital frente a la literatura y alejada de la idea de estar produciendo obras inmortales. A riesgo de concluir con una gedeónica frase, puede decirse que la cultura y la literatura son armas que sólo ejercen su efecto en sociedades vivas, no en las bibliotecas; más en estos tiempos en que, al decir de Lalo Galeano, los libros no los prohíbe la policía ni la Inquisición, sino los precios.
* Texto aparecido originalmente en la plana cultural correspondiente al mes de septiembre.
Querido lector, celebre conmigo el nacimiento de El cagadero del diablo (cagaderodiablo.webcindario.com), una travesura gracias a la cual puede descargar, directamente de la red, los textos que mamá jamás hubiera querido para sus lindos retoños; sí, por el desagüe virtual viaja el feto mutante que hará crecer su cabeza hasta reventarla de sustancias grises.
Este escasamente aséptico proyecto comenzó como una biblioteca virtual que ofrecía la posibilidad de obtener libros electrónicos sin necesidad de registrarse; es decir, constituía una comunidad que todos debían luchar por mantener y no suscribirse a una biblioteca y dejarla en santa paz (sería el equivalente intelectualoide del que tiene Sky para sólo ver El canal de las estrellas). En efecto, su sustento esencial radicaba en la efervescencia de la participación, con la conciencia de estar haciendo algo indebido –burlarse del sacrosanto copyright–, pero divertido. Esto, en términos agradables para los oídos de la gente seria, se llama autogestión cultural.
Se me preguntará qué ocurrió con la susodicha biblioteca: fue detectada y, como resultado, alguien arrojó blanqueador al inodoro; así, fue suspendida por respeto a los derechos de autor. Sin embargo, los iniciadores del proyecto se vengaron mediante la creación de una revista electrónica, irreverente pero no pueril; sabiamente anónima, al margen de las academias y las ambiciones por engrosar el currículo en las huestes de la política cultural; no comprometida a nada pero capaz de recuperar –sin aspavientos y sin rasgarse las vestiduras– el ambiente de crisis, el nihilismo concentrado en el sarcasmo.
El hombre invitado a esta tertulia electrónica es Ezio Flavio Bazzo, protagonista de la llamada Guerra Fría y la inminente guerra nuclear, hacedor de manifiestos, visionario de vanguardias y autor del Manifiesto abierto a la estupidez humana. Asimismo, resulta altamente recomendable el bien documentado ensayo bautizado con el filosófico y haragán título de Metafísica del pedo, hijo de las ideas vertidas por grandes escritores, como Francisco de Quevedo, Juan Goytisolo y Baltasar Gracián. En resumen, la revista procura transmitir que la escatología no tiene que ver con parámetros tan hipócritas como el buen o el mal gusto; más bien, se trata de una posición que manifiesta nuestro lado miserablemente humano; implica también una actitud más vital frente a la literatura y alejada de la idea de estar produciendo obras inmortales. A riesgo de concluir con una gedeónica frase, puede decirse que la cultura y la literatura son armas que sólo ejercen su efecto en sociedades vivas, no en las bibliotecas; más en estos tiempos en que, al decir de Lalo Galeano, los libros no los prohíbe la policía ni la Inquisición, sino los precios.
* Texto aparecido originalmente en la plana cultural correspondiente al mes de septiembre.
5 comentarios:
solo por curiosidad... de donde han tomado este escrito?? si dejan direccion web mejor, porque lo busco y no aparece...
eso de la "plana cultural" es una revista o que?
saludos.
Anónimo:
Las explicaciones se encuentran en la primera entrada de este blog. Y el autor, por supuesto, al principio de esta entrada.
muchas gracias por la pista, jejeje...
bueno, es que nos llamo la atencion del articulo... porque somos los que montamos la revistucha... y les queremos extender las gracias... se siente asi padre que le dediquen unas palabrillas... y aunque no queremos creernos nada de las palabras bonitas que ponen por aqui, (porque, ay, por ahi se empieza a cagar fuera del hoyo), pues si se sienten como unas palmaditas en la espalda...
muchas gracias
en fin, pues si la biblioteca nos la tiraron y a ver si algun dia la volvemos a subir... en fin, esta muy bueno el blog...
mucho animo para todos... que sabemos que esto de la llamada autogestion si esta medio cabron... (es decir, que cuesta)... a ver si ya sacamos otro numero... (intentamos sacarlo pronto)
un saludo hasta toluca!
tierra de buenos chorizos y de cardozo goleador!
ahi estamos sin perdernos de vista...
Jajajaja... parafraseando a un ínclito exponente de nuestra cultura popular, lo sospeché desde un principio (eso de que "anónimo" es nada más y nada menos quien montó la famosa revista de El Cagadero).
Pues qué alegría dar con ustedes. Sobre todo si son personas humildes y no se creen que dar un pasito en esto de la autogestión cultural ya es suficiente como para pavonearse frente a los demás. Da gusto saberlo.
Y claro, da gusto, también, saber que tienen intenciones de poner un número más de su revista. Seguramente ahí estaremos, para leer y disfrutar.
Por lo pronto, también deseamos que mantengan el ánimo. Y claro, les agradecemos muchísimo su visita este blog hecho de pedacitos de periódico.
como lo prometido es deuda...
vuelvo aca para avisar que aunque ya hayan pasado mucho tiempo... ha salido el numero 3...
saludos.
http://cagaderodiablo.webcindario.com
Publicar un comentario