A veces lo digo con pena: me encantan las antologías. Aunque fragmentan momentáneamente la estructura original de los textos, ofrecen un panorama -eso sí, personal, discutible y subjetivo- de temas, enfoques, tendencias, innovaciones y posibles generaciones literarias, lo cual las convierte en un punto de partida específico, en posibles asideros frente a un mar de ofertas. Las antologías, además, tienen la ventaja de ponernos a discutir: aunque algunos se rindieron, presas del encanto, frente a las propuestas de Grandes hits, de Tryno Maldonado, otros, simplemente, no comulgamos con su selección. Lo mismo puede suceder con Nosotros que nos queremos tanto -que no he leído-, este interesante recuento electrónico o No aceptamos ser iguales: 25 años, 25 poetas, una compilación de Sergio Ernesto Ríos que recoge algunos momentos de la producción poética de los becarios del Centro Toluqueño de Escritores. La antología resulta interesante, pues construye lazos y contrastes con otras -como aquellas seleccionadas por Alejandro Ariceaga, ya hace más de quince años-; además, invita a revisar los criterios de selección que han regido a la beca literaria más antigua de nuestro estado, prolífico en libros independientes e institucionales.
Sergio Ernesto Ríos (2008), No aceptamos ser iguales: 25 años, 25 poetas, Centro Toluqueño de Escritores, Toluca.
Sergio Ernesto Ríos (2008), No aceptamos ser iguales: 25 años, 25 poetas, Centro Toluqueño de Escritores, Toluca.
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