Por Margarita Hernández Martínez
A veces
él
o la poesía
se confabulan,
secretean,
me interpelan.
Amo
sus ocultas
maneras.
Abrigan
mi cara
en marañas
de signos.
Me abren
los ojos
con dedos
futuros.
A veces
él
o la poesía
me muestran
sus cuerpos.
Transfiguran
mi forma
en las líneas
del sueño.
Amo
su piel
de escándalo
honesto.
Entonces
me tocan
con alas
y hojas.
Hacen
señales o
trazan
caminos.
Los ando
con todas
mis piernas
furiosas.
Amo
que apaguen
cansancios
con lluvias.
A veces
él
o la poesía
me citan
de noche.
Entonces
me llenan
de frío
o de esperma:
abrazan
el fuego,
las dobles
blancuras:
sacan
de pronto
el diablo
que hay
en mí.
* Texto correspondiente a “El pulso y la palabra” del mes de enero.
** La versión original de la fotografía, tomada por Juanjo Fernández, puede verse aquí.
A veces
él
o la poesía
se confabulan,
secretean,
me interpelan.
Amo
sus ocultas
maneras.
Abrigan
mi cara
en marañas
de signos.
Me abren
los ojos
con dedos
futuros.
A veces
él
o la poesía
me muestran
sus cuerpos.
Transfiguran
mi forma
en las líneas
del sueño.
Amo
su piel
de escándalo
honesto.
Entonces
me tocan
con alas
y hojas.
Hacen
señales o
trazan
caminos.
Los ando
con todas
mis piernas
furiosas.
Amo
que apaguen
cansancios
con lluvias.
A veces
él
o la poesía
me citan
de noche.
Entonces
me llenan
de frío
o de esperma:
abrazan
el fuego,
las dobles
blancuras:
sacan
de pronto
el diablo
que hay
en mí.
* Texto correspondiente a “El pulso y la palabra” del mes de enero.
** La versión original de la fotografía, tomada por Juanjo Fernández, puede verse aquí.
2 comentarios:
Gracias, por regalarnos estos textos.
Porfirio:
Es un gusto saber que visitas este blog y que te gustan los textos que hemos incluido en "El pulso y la palabra". Esperamos más colaboraciones tuyas (aunque ya tenemos guardada una) y te enviamos un abrazo afectuoso.
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