RSS

27 de octubre de 2007

Día uno

Por Margarita Hernández Martínez

Como les informamos en su oportunidad, ayer comenzó el 5º Festival de las Almas. Valle de Bravo está hermoso. El frío de los últimos días (como ustedes saben, se nos juntaron dos frentes fríos con viento huracanados en pleno centro del país) no le ha hecho mella. Tampoco ha desanimado al público. Hay muchos turistas, pero también gran cantidad de vallesanos.

Hoy me toca cubrir mis primeros eventos. Espero que los boletines me queden decentes (los escribiré, ya se sabe, bajo mucha presión, mucha más de la que estoy acostumbrada) para poder subirlos a este blog, especialmente como curiosidad cultural para gente que se encuentra lejos (como Marc, que vive en Barcelona). También porque hay algunas actividades que valen mucho la pena. Ayer, por ejemplo, el Ballet Floclórico de Ossetia, Alania, me recordó muchas cosas, algunas de las cuales se habían desbidujado con mi tenso y aletargado estado de ánimo actual (¿Se fijan? Nunca había escrito cosas tan personales por acá. Ustedes disculparán. Este blog es muy serio):

Es posible cortejar con la danza.
Ese acto de cortejo es hermoso. Y nótese que no estoy hablando de amor, simplemente del cortejo, del gusto por alguien, de la delicadeza y la precisión de sus movimientos, de la capacidad de resumirse en miradas.
La lucha y la caza tienen una belleza que la vida moderna ya no nos permite conocer.
El cuerpo, tan cosificado ahora, sí puede conectarse íntimamente con el alma (para aquellos que crean en ella, por supuesto).

Me sorprendió también ver a tanta gente por allá, sobre todo después de que casi nos cae encima (yo estaba sentada en primera fila, por evidentes razones – algo bueno tiene que tener eso de tener pases de prensa) el castillo para declarar la inauguración oficial. Sin embargo, la forma en la que la gente ve el arte da mucho qué pensar. Ya hablaremos de eso en otra ocasión, probablemente en la próxima página cultural de El Espectador.

Por lo pronto, si tienen ustedes la oportunidad de venir para acá, les recomiendo que lo hagan. No sólo para redescubrir Valle de Bravo (que, de verdad, luce mucho más bello que la ùltima vez que vine), sino para darse la oportunidad de conocer las manifestaciones artísticas de otros lugares.

No hay comentarios: